
Saber cómo se produce el proceso de aprendizaje, de adquisición de conocimientos, en el niño y en el joven, es fundamental para los padres, los docentes y los propios jóvenes. Para así poder estimular el aprendizaje y enfrentar los obstáculos que puedan producirse en este proceso.
Este libro aborda la deserción y el fracaso escolar, considerando que quien no obtenga los conocimientos para enfrentar los cambios va a encontrar dificultades para subsistir.
La estabilidad en el trabajo ya no existe y es impensable que retorne. Las relaciones sociales han pasado de la estabilidad y permanencia anteriores a la actual transitoriedad.
La caída del deseo que implica el "¡No quiero estudiar!" coloca al sujeto en el riesgo de fracasar en la vida, cuando este es parte de una actitud apática, de falta generalizada de interés: "No quiero estudiar, ni quiero nada", a veces disfrazada de "quiero pasármelo bien y divertirme con mis amigos sin tener que pensar en mañana". Otras veces la manifestación es depresiva, de parálisis, de quedarse tumbado, encerrado en la lectura, la música o el televisor.
Desbordados y desorientados los padres apelan a los modelos autoritarios de los suyos descubriendo, con perplejidad, que no sólo no funcionan sino, que suelen producir respuestas aún más conflictivas. Otros dejan hacer sin poner límites, con los mismos nefastos resultados.
Si no damos respuestas creativas y adecuadas a la rapidez de los cambios socio-tecno-económicos y al fracaso escolar, una respuesta juvenil nihilista puede esperarnos en este ya tercer milenio. Este libro orienta en la relación entre deseo, creatividad, energía libidinal, estudio, aprendizaje y trabajo para abordar esta peligrosa epidemia contemporánea que da título al libro.